lunes, 8 de agosto de 2011

EL CRISTO



Esta es una de las visiónes más cercanas de nuestro Señor Jesucristo crucificado, pero la posición de sus pies no es la correcta. Cuando Dios maldice a la serpiente se lee en Génesis 3:15,
"...y tú le herirás el calcañar". La posición real es la que ha visto en la gráfica de la crucifixión. Sí el clavo hubiese entrado tal y como lo recrea el artista, los huesos tarsianos y metatarsianos de ambos pies habrían resultado rotos, fragmentados y dice la Palabra de Dios en Salmos 34:20, "El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado". El clavo entró justo entre el tendón de Aquiles y el calcáneo. Por donde se le mire, fue una muerte espantosa.


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